La filariosis, o más conocida como la enfermedad del “gusano del corazón”, es un parasito sanguíneo conocido como dirofilaria immitis; una enfermedad cardíaca grave y potencionalmente mortal que afecta a perros, gatos y hurones.
No se contagia de animal a animal, sino que su transmisión depende de un mosquito como intermediario que deposita las larvas en la piel de perro en este caso. Existen más de 70 especies de mosquitos distintos que pueden transmitir este parásito.
Una vez un animal ha sido infectado, el insecto deposita las larvas del parásito. Los gusanos pueden llegar a crecen hasta 30 cm de longitud y, a los 6 meses de la picadura del mosquito, empiezan a producir nuevas larvas, las microfilarias. Éstas se distribuirán por el torrente sanguíneo y suelen instalarse en las cámaras cardiacas y vasos pulmonares.
Este gusano se alimenta de robando nutrientes de la sangre y puede llegar a vivir entre 5 y 7 años dentro del organismo. Si no se trata, pueden dañar los órganos internos del animal, llevando a la perdida de conciencia y hasta la muerte por paro cardíaco.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas más notables son el cansancio, incluso realizando poco esfuerzo: aumento del ritmo cardiaco por sobreesfuerzo del corazón: tos tras realizar esfuerzos y dificultad para respirar; falta de apetito y pérdida de peso; diarrea más larga de lo habitual; náuseas y vómitos incluso en algunos casos, fiebre.
Es recomendable realizar un análisis de sangre cada año para confirmar que no tenga este parásito alojado en su organismo, incluso cuando estén en tratamiento preventivo para asegurar que éste está funcionando.
Prevención
Actualmente, existen varias alternativas para tener a tu mascota a salvo de la filariosis. Estos tratamientos preventivos consisten en matar a los gusanos del corazón en estados inmaduros.
En cachorros menores de 7 meses de edad, se puede iniciar el tratamiento preventivo sin una prueba previa, pero deben ser revisados 6 meses después para asegurare de que están libres del gusano del corazón.
En perros adultos de más de 7 meses de edad, es necesario realizar la prueba antes de iniciar el tratamiento preventivo, con su posterior revisión a los 6 y 12 meses.
Tratamiento
Una vez diagnosticado a una mascota de dirofilariosis, es preciso comenzar el tratamiento específico frente al parásito y se centran en la eliminación de las microfilarias y las formas adultas del parásito.
Éste se basa en la utilización de melasormina diclorhidrato siguiendo un protocolo de 3 inyecciones, de forma que se consigue la eliminación del 98% de los parásitos adultos. Si el animal está gravemente afectado puede requerir tratamientos de soporte complementarios (antihistamínicos, glucocorticoides) además de restricción del ejercicio para minimizar al máximo el tromboembolismo pulmonar.
La transmisión del “Gusano del Corazón” se da principalmente en zonas templadas y húmedas. Últimamente está aumentando su prevalencia debido al cambio climático y a las altas temperaturas, ya que permiten ampliar sus zonas endémicas.
En España, el gusano del corazón es endémico en las regiones de Valencia, Islas Baleares, Andalucía, Aragón y las Islas Canarias. Un estudio realizado por la Facultad de Veterinaria de Las Palmas de Gran Canaria confirma que las prevalencias son mayores en perros que viven al aire libre.
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